La imagen se trasladará a Sevilla tras su salida en procesión, donde será sometida a una mejora integral en la sede del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico
El cabildo general de la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias decidió ayer por unanimidad que las dos imágenes que componen su grupo escultórico titular, obra del maestro Juan de Mesa, se sometan a una restauración después de la Semana Santa. Será la segunda vez en la historia moderna que se apliquen labores de mejora a las tallas, que datan de 1627; la primera la realizó el profesor Francisco Peláez del Espino. El Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) será el encargado de la restauración, que costará 40.000 euros.
La hermano mayor de las Angustias, Antonio López de Letona, concretó que los trabajos comenzarán después de la próxima Semana Santa y está previsto que duren unos diez meses, de forma que las imágenes se repondrán al culto en la iglesia de San Pablo en las primeras semanas de 2011. López de Letona informó de que el grupo escultórico se llevará a Sevilla cuando se desmonte el paso de Semana Santa, con el objetivo de "evitar movimientos innecesarios" de la obra, que consideró una "joya del arte barroco".
La cofradía ha solicitado a la Consejería de Cultura que asuma el elevado coste de la restauración, "dado el gran valor de las imágenes y su condición de parte fundamental del patrimonio histórico". Las pruebas radiográficas y de fotografías ultravioleta y microscópicas realizadas el pasado abril detectaron diversos problemas, como la presencia de barnices sobre la policromía de las imágenes que, al oxidarse, han creado manchas. En el caso de la imagen de la Virgen, la encarnadura original de las manos se conserva intacta tras otras dos capas posteriores, por lo que ahora se repondrá, mientras que el Cristo conserva intacta su "valiosa" policromía pero presenta pequeños problemas de desprendimientos. Los trabajos de restauración de la Virgen se ejecutarán en un plazo de diez meses y los del Cristo, en nueve, si bien se realizarán de manera paralela.
La propuesta del IAPH es dar un tratamiento xilófago a las dos imágenes para prevenir problemas, sustituir los brazos articulados de la Virgen por unos nuevos, descubrir la policromía original de las manos y someter a ambas tallas a una limpieza general para eliminar barnices que no sean originales. López de Letona aseguró que para la cofradía era una "enorme responsabilidad" decidir sobre la restauración, si bien recordó que "es obligación de los hermanos legar las imágenes a quienes vengan después en el mejor estado posible".
El grupo escultórico llegó a Córdoba el 18 de marzo de 1628 y, desde entonces, sólo ha salido dos veces de la ciudad. La primera para participar en una exposición de arte cordobés en la Biblioteca Nacional de Madrid, con motivo de la concesión a la ciudad de la medalla de oro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en 1955. La segunda fue para ser restaurada en los Reales Alcázares de Sevilla, a cargo del equipo que dirigía Francisco Peláez del Espino, en 1976.
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